top of page
  • stasungera

Mona Kasten: Serie “Again” - “Empezar” y “Confiar”, dos lecturas entretenidas con historias bonitas

Llevaba un tiempo con el típico bloqueo lector que nada captaba mi atención y dejaba libros por la mitad. El problema no es que no me gustaran sino el hecho de que no podía concentrarme y disfrutar del hobby que más me gusta - los libros.

Tras más de un mes y pico, en un poco más de dos días me terminé dos libros. Sí, sí, jajaja, yo no tengo un punto intermedio y si una lectura me engancha no puedo soltarla hasta que la termine. En este caso se trata de la serie “Again” de Mona Kasten que comencé por recomendación de mi hermana y reseñas que ya había leído previamente. El género del New Adult siempre me ha gustado mucho, porque si al escritor se le da bien puede escribir historias muy buenas. Ahora, también reconozco que hay muchas que son puro fiasco y son malas a no poder más. Debería destacar en este caso la saga “After” de Anna Todd que todos conocemos y a mí, personalmente, me pareció demasiado cargante, pesada y en algunos momentos incluso aburrida, adornada y exagerada. Era una historia de salvar al tío de sus demonios curándole de su trauma y enamorándose de una chica que es preciosa, etc., y aprendiera a querer de forma sana. Siento mucho decirlo, pero me parece una historia tan poco real y genuina. Podría seguir poniendo adjetivos y descripciones que expresarían perfectamente mi opinión, pero hoy no he venido a hablar de eso.

Ojo, ojo! Muy importante comentar que para los que tienen pensado leer la saga en mi opinión hay algún spoiler, por lo que si no queréis saber mucho, no la leáis. Si lo que os interesa es mi reseña, adelante. :)


Tras leer el primer libro de la saga “Again” - “Again: Empezar”, me quedé con muchas ganas de empezar el segundo y de hecho ya me lo he terminado. En el primer libro la historia trata sobre Allie y Kaden. Allie es una chica que busca un nuevo comienzo, una vida tranquila y feliz. Intenta “escapar” (más bien alejarse) de sus padres y crear su propio futuro. Viene de una familia rica donde lo más importante son las apariencias y la buena imagen, sin importar qué es lo que pasa a puertas cerradas. Kaden es un chico al que le pasa algo bastante parecido, pero con unos matices un poco distintos. Su padre es rico, pero se ha divorciado de la madre hace muchos años por lo que ellos se han distanciado con el tiempo ya que el padre tenía otras expectativas para su hijo que él no ha seguido.

Allie y Kaden se conocen en el momento en el que ella busca una habitación donde alojarse mientras estudia en la universidad y él tiene publicada una oferta de una en su piso. Ella va a visitarla. De primera vista los dos no se caen bien, Kaden es reservado, serio y normalmente, la mayor parte del tiempo de mal humor. Sus contestaciones son bordes, sarcásticas, buscando siempre alejar a las personas ajenas a su círculo. Allie intenta ser amigable, simpática y amable, pero con una persona como Kaden eso es imposible. Por lo menos al principio. Una vez ella alquila la habitación, él impone normas en la casa con lo que busca conseguir la mayor distancia entre ellos y tener contacto casi nulo.

Hasta que se dan cuenta que tienen gustos parecidos, que como amigos hacen buen equipo y comienzan a conocerse. Ella entra en su círculo y los amigos de él se convierten también en suyos. Poco a poco la historia se va desarrollando siendo los diálogos divertidos, pero no sobrecargados. Todo suena muy natural mientras uno lee y de hecho, hasta hace reírse. Los dos tienen cosas del pasado que les han marcado y no quieren compartir, pero al fin y al cabo, los amigos son para eso, ¿verdad? Cada uno de ellos tiene un trauma a nivel personal que no les ha impedido seguir, pero sí ser un poco más desconfiados y tener ciertos miedos.

Lo que me gustó mucho de su historia es que el desarrollo de la misma fue tan auténtico. No había escenas ni momentos en los que pensara “dios, voy a pasar varias páginas para seguir leyendo”. Es un libro que te atrapa desde las primeras palabras y te hace leerlo hasta que lo terminas. Llevaba muchísimo sin reírme tanto y es que los diálogos eran buenísimos. La historia trataba sobre cosas que podían ocurrir perfectamente en la realidad que vivimos, en nuestro día a día. Es una historia bonita, pero bien escrita. Como yo suelo decir “todo está hecho en su justa medida”. Hay descripciones, pero no saturan; hay diálogos, pero en ningún momento son infantiles; hay traumas a superar, sí, pero descritos y plasmados sobre las páginas de manera adulta que incluso con 28 años que tengo, son temas/ situaciones actuales que a todos nos pueden ocurrir.

Antes de terminar con la parte de “Again: Empezar” y sin dar muchos más spoilers, quería hacer un pequeño hincapié en lo que nos hace llegar el libro. Muchas veces el miedo de abrirse ante alguien nos hace perdernos momentos preciosos y únicos. Dejar pasar el tren puede ser crucial cuando, sobre todo, ya no tenemos 20 años. La historia de Allie y Kaden enseña que hay que vivir la vida, disfrutarla y tirarse a la piscina por muy inseguros que nos sintamos. El amor no es algo que veamos venir, esto ocurre de un momento para otro y cuando nos demos cuenta ya hemos metido la cabeza en el pozo y no podemos sacarla. Es un libro de los muchos que hay del género, pero es una historia totalmente compatible con la realidad y para el verano (o cualquier momento del año que busquemos algo más ameno de leer) está perfecta. Es una novela muy bien escrita y que nos hace llegar los sentimientos de la protagonista de forma muy equilibrada pero no artificial. Como muchas veces digo, no me gustan las historias escritas en primera persona, porque se pierde un campo de visión importante (desde mi punto de vista) que nos permite conocer a otros personajes y entornos de forma más detallada. Mona Kasten ha conseguido muy bien compaginar las emociones de Allie con las descripciones del entorno y las personas que la rodeaban. Algo que considero importantísimo. No profundizó tanto en los otros personajes, pero bueno, para eso están los siguientes libros de la saga. A parte analizar algo así no tiene sentido, porque siempre consideraré que escribir en primera persona es muy fácil, pero a la vez es un arma de doble filo que puede hacer mala jugada ya que las historias terminan siendo más superficiales de cara al contexto.

Dejando esto de lado, el libro me encantó y me lo leí enseguida así que os lo recomiendo sin duda.


Voy a seguir con el segundo de la saga que se llama “Again: Confiar” y trata la historia de Dawn y Spencer que se convierten en mejores amigos desde el primer momento en el que se conocen. De hecho su comienzo ha sido muy divertido, porque Dawn entra en defensa de Allie echándole la bronca a Spencer pensando que éste era Kaden quien la trataba con un poco de desprecio. Desde ese primer momento en el que la confusión fue corregida son prácticamente inseparables. Están todo el tiempo con bromas, hablando, compartiendo gustos parecidos - como no. Pero nadie podía negarles la atracción mutua que había entre los dos, algo que Dawn no quería aceptar y de lo que quería esconderse. 


“Deseaba a Spencer, pero no podía tenerlo. Además, el hecho de que fuera uno de mis mejores amigos sólo empeoraba la situación.”

La protagonista es una chica herida a nivel emocional por su ex pareja que se ha puesto un veto de cara a los hombres - no confiar nunca en ellos y no tener una relación jamás. Tiene sus razones pero el error es poner a todo un género bajo el mismo denominador. Spencer por lo contrario es divertido, alegre y muy claro hacía Dawn de cara a sus sentimientos. Tiene sus momentos difíciles y problemas en casa, pero es algo con lo que ha aprendido lidiar y afrontar en su día a día intentando sacar lo mejor de cada situación.


“- El pasado suele quedar aguardando hasta que reunimos el valor necesario para afrontarlo.”

“- Cada día me ofrece la oportunidad de empezar de nuevo y de ser buena persona. Me tomo cada mañana como un nuevo inicio. Eso no significa que haya olvidado lo que hice, pero trato de asumirlo y esforzarme para ser digno de la vida que disfruto, del amor de mi familia, del tiempo que paso con mis amigos... Me agarró la mano y se la acercó a los labios.
- De una chica demasiado buena para mí - añadió, y su comentario consiguió que una dolorosa punzada se extendiera por mi cuerpo.”

En esta segunda novela somos espectadores de la desconfianza que se puede generar en una persona. Sea por motivos personales, emocionales o porque simplemente uno no quiere compartir los momentos difíciles que está viviendo o lo que tiene que afrontar. Vemos la carga que lleva cada uno sobre sus hombros y por no querer hablar de las cosas, compartirlas y desahogarse terminan alejándose por un tiempo. A parte también influye mucho el factor cuando por miedo una persona no quiere tener nada con la otra, pero sí divertirse con él/ella por “culpa” de la atracción que existe entre los dos. Pero profundamente uno sabe que siente algo, no quiere reconocerlo y cuando el/la de enfrente pide algo más, se va. Esto hace daño y aleja a las personas, pero si uno sopesa qué es lo que quiere, qué es lo que de verdad siente, qué es lo que busca, todo puede recuperarse. Y es lo que ocurre en el caso de Spencer y Dawn. El miedo a perder a tu amigo no debe existir cuando los sentimientos son correspondidos. En el libro vemos la incertidumbre ante la que se ve la protagonista de no saber qué hacer porque no quiere volver a sentirse herida. También podemos observar la incertidumbre de Spencer, el miedo de que sus sentimientos no sean correspondidos cuando él sí ha abierto su corazón.


“- Esto que hacemos desde hace meses, este tira y afloja constante, esa manera de mantener las distancias de un modo forzado..., eso sí que hace daño.”

“Again: Confiar” es una novela que nos muestra lo importante que es confiar o volver a hacerlo y abrirnos a las personas. Siempre habrá miedo de ser rechazados, pero eso es algo inevitable porque somos humanos y somos un cúmulo de emociones diversas y no sabemos qué será lo próximo por venir - si tendremos nuestro final feliz o habrá que ponerle “un punto y a parte”. La vida es demasiado corta y como bien muestran estos dos personajes hay que vivirla, saborearla y decir las cosas que pensamos y sentimos. Es en ese momento cuando una persona vive plenamente y puede llegar a sentirse totalmente feliz consigo misma.


Por cierto, debo reconocer que el final me encantó!! Es muy dulce, pero para nada empalagoso. La cita que le preparó Spencer a Dawn era de 10. Nada de rosas ni velas, pero la escena fue muy romántica y, además, real. Lo que más me ha gustado de momento de los dos libros es que todo lo que se ha contado en ellos son historias que podrían ser verdaderas. No había cosas espantosas ni poco creíbles.


Para terminar con mi reseña mezclada y muy larga (perdonad por ello, pero es que me enrollo como las persianas xD) si buscáis una lectura profunda y filosófica que os de para pensar, obviamente Mona Kasten no es la opción correcta. Hablamos de historias NA que nos hacen reír, pero también disfrutar con los personajes y sus historias de amor. Son novelas dulces, fáciles de leer, llenas de momentos y diálogos divertidos (también de momentos tristes), pero terminan siendo novelas de amor que si son plasmadas en la pantalla serían las típicas películas de Hallmark o aquellas que echan un domingo por la tarde en “Cuatro”. Aún así reconozco que me gustan muchísimo, porque si están bien escritas lo que consiguen es evadirme un poco y, sobre todo, desconectar, desestresarme.  En definitiva, y esta será mi última frase, os los recomiendo porque están muy bien.


“- He pensado que era injusto que Allie se quedara con todos los globos y mi chica con ninguno - explicó antes de entregármelo.”

11 visualizaciones0 comentarios
Publicar: Blog2_Post
bottom of page